Maestros truchos, siempre hubo muchos
PRIMARIA
-De mi escuela primaria, no tengo mucho que contar. Uno porque me acuerdo poco. Otra porque no pasó casi nada, caso contrario me acordaría. Sólo grabé un episodio interesante que te voy a contar luego. Recuerdo que el primer grado lo hice en la calle Lisboa, cerca de la placita. El colegio se cerró porque hacían el nuevo colegio: “De Los EEUU” en Arregui y Bruselas. Superior creo que lo hice en Gallardo al 600. Todo en el barrio porteño de Versailles.
-No sé si a vos te pasa lo mismo pero me parece un hecho destacable que en todas las oportunidades, recuerdo bien las ubicaciones geográficas: En el caso de los colegios recuerdo muy bien donde quedaban, de que lado de la calle, la ubicación de mi aula y hasta mi asiento en el aula. También los recorridos que hacía para llegar. Nada me quedó de los maestros y compañeros. Esa formación muy temprana la mantuve toda la vida. ¿Qué será?
-Cuando se terminó la escuela de calle Bruselas, ingresé a los 15 días de iniciadas las clases. Creo que fui primero a la de Gallardo. Sería mi tercer grado cuando me mandaron a la calle Bruselas. El curso estaba repleto. A mi me pusieron con una tabla y una silla entre dos pupitres. Me sentía mal, como sapo de otro pozo. A los pocos días recibí un tizaso en la cara.
-El maestro, Valle, medio violento arrojaba una tiza a los chicos que no le atendían. Yo escuchaba, pero algo hacía además. No todos los días las arrojaba, pero ese día la ligué yo. Allí le declaré la guerra y me jodí a mi mismo. Sentía como que nos odiábamos profundamente. Lo único que aprendí ese año fue a odiarlo a él y a la violencia. No hice más nada. No se lo dije a nadie, excepto a Lopez el portero, con quién iba a ayudar frecuentemente, cuando Valle me echaba del aula. Gran persona LOPEZ, me acompañó en el sufrimiento.
-Varias veces me dijo el maestro que viniera con mi papá, pero yo no lo hice y me mandaba a la dirección. Le confesé al comprensivo de Perrier de que yo no quería decirle nada a mi papá, entonces me dijo que viniera con mi mamá. Ella no quería ir pero fue. Valle le dijo: “Señora le sugiero que saque a su hijo del colegio porque está perdiendo el tiempo y me lo hace perder a mi”. “Su hijo no funciona,... etc”.
-Mi mamá algo le dijo a mi papá porque él me hizo hacer deberes y estudiar. Justo tuvo una inflamación del nervio ciático que lo mantuvo en casa por un mes, El pensaba que era mi horrible letra el motivo de mis INSUFICIENTES, porque al conocerme no concebía otra causa. Entonces me compró unos cuadernitos de caligrafía y me hacía copiar las letras como si fueran dibujos. Bueno, ese mes que estuvo mi papá encima mío, fue el único que me saqué suficiente en todo el año. Me revisaba el cuaderno, y tenía que hacer los deberes.
-Conclusión: Mi papá era muy severo y yo no me animaba a cofesarle que mi relación con Valle era pésima. O sea: Los padres deben crear un clima tal que sus hijos sean confidentes con ellos. Una relación muy severa hace que el niño tenga miedo, sea reservado y se equivoque. La cuestión que por ese desgraciado yo perdí un año. Pero lo peor es que me deprimí junto con los míos porque le dijo a mi mamá que yo no servía para nada.
EL SECUNDARIO
-Pero recuperé mi autoestima en quinto y sexto grados porque estaba entre los mejores. De ese modo yo decidí ir a la secundaria con la aprobación de mi papá. Me tocó el Nacional Mariano Moreno en calle Rivadavia al 3500. Tomaba trenes y subterráneo y llegaba en 50 minutos. En 1950, con sólo 13 años hice todos los trámites para ingresar. Me gustó el primer año y me llevé 2 o 3 materias a diciembre. El segundo me fue más fácil. Ya veía mi mayor predisposición por las científicas. Las sociales me costaban más por mi pésima ortografía y letra.
-El segundo año me aburrí. Cuando finalizó el segundo trimestre, ya llevaba como para eximirme (con 7 en promedio) en todas. Los libros de tercero estaban baratos porque muchos chicos abandonaban y vendían sus libros. De puro aburrido me puse a leer esos libros. Un día se me ocurrió una idea y me dije ¿y si trato de recuperar el año que me hizo perder el maestro Valle?. Estudié solo por los libros y aprobé tercero libre.
-Lo cómico fue que no dije nada en casa para no crearles falsas expectativas. Cuando comenzó el curso de 1952 me fui a clase de cuarto año. En mi casa esa noche me preguntaron como me había ido en mi primer día de tercero. Dije: -no, de cuarto, porque tercero lo hice libre- No me podían creer, hasta que de a poco los fui convenciendo.
-Cuarto y Quinto me gustaron bastante más que los primeros años: Teníamos más materias científicas y aprendí bastante de matemáticas, física y química. En mi casa ni sabían donde quedaba mi colegio secundario. Aqui temina esta historia sin problemas, tal cual yo terminé mi secundaria. Espero que la Universidad sea más interesante
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